True Blood Season 5: Review (1/2)



Y yo digo, ¡malditas siete veces sean las series de temporada corta! ¿No os pasa lo mismo? Ahora se acaba True Blood, después de sólo 3 meses, y a esperar otros 9… ¡No me salen las cuentas! Y como ya es costumbre en Bon Temps las cosas están aún más patas arriba que al empezar la temporada… o casi. Lo peor (o lo mejor, que para gustos, colores) de esta serie es que, a diferencia de casi todas las series, el final de la temporada no coincide con el final de la trama. Siempre te quedas con la boca abierta y diciendo:¡ por dios, otro capítulo, esto no puede acabar así!


La temporada anterior, sin ir más lejos, nos dejó la cocina de la Sra. Stackhouse llena de cadáveres: Debbie atacó a Sookie escopeta en ristre en un ataque de “Alcide-es-mio-perra”, Tara se metió por medio, y… ¡fiesta!

 Tengo que admitir que hasta la season 4, odiaba profunda y cruelmente a Tara, y ese final de temporada, con la llorona antipática dando la vida por su amiga, me pareció perfecto.  Pero ahí estaba Pam, siempre dispuesta a ayudar a alguien en apuros (ehem), para convertirla en vampiresa y darle otra oportunidad de seguir gimoteando y autocompadeciendose!

Total, la chica no se lo tomó especialmente bien (ya sabemos que a Tara no le gusta nada, y menos aún, los vampiros), y reniega de Sookie y Lafayette por convertirla. Se pone en plan autodestructivo, y Pam, que no tiene mucha vocación de creadora, tiene que ponerse en plan “as your maker, I command you…” y atarla en corto.

Por otra parte, el famoso triángulo amoroso Eric-Sookie-Bill acabó “como el rosario de la aurora”: la rubia más problemática de Renard Parish  decide que como no puede elegir, no elige, los deja a los dos. Una preocupación más (o menos) para el rey de Lousiana y el Sheriff del distrito 5, por si no tenían bastante con la muerte de Nan Flannagan, la “relaciones públicas” de La Autoridad, los que parten el bacalao entre los vampiros. Nuestros chicos, siempre metiéndose en líos. En vista de la que se les venía encima, Eric libera a Pam, rompiendo el vínculo creador-progenie, pero no así el afecto que les une.

La “True Death” está muy cerca, pero estos dos siempre caen de pie, y la Canciller que debía llevarlos ante la “justicia” vampírica, no es otra que Nora, la hermana de Eric (aunque no por ello se iban a quedar sin sexo, claro), que les ayuda a escapar. Aunque las cosas no salen según lo planeado, y acaban todos detenidos por la Autoridad, Bill y Eric por el asesinato de Nan, y Nora por traición... ¡y Sanguinista! Aquí conocemos por primera vez la secta vampírica que tanto dará que hablar a lo largo de esta temporada.


Pero dejemos a los vampiros de lado de momento, que cunden mucho. ¿Qué pasa con los otros “sups”?

Para empezar, los lobos han tenido un año movidito. Recordamos que al final de la temporada pasada, Alcide mató a Marcus, con lo que debería pasar a ser el líder de la manada. Pero pasó, y el nuevo líder fue J.D., el 2º de Marcus… y otro tolai adicto al V y perrito faldero de Russell. Cuando Alcide ve lo que está haciendo con la manada, obligándoles a tomar V y metiéndose en líos, intenta derrocarle, con el apoyo de Rikki, una loba, con la que, cómo no, acaba teniendo algo más que palabras…

Sin embargo, las cosas no salen como Alcide tenía pensado, y acaba expulsado de la manada. Pero no mucho después se le presenta otra ocasión de poner las cosas en su sitio, aunque sea con un poco de “dopping V”. Así, averiguamos que parte del trauma de Alcide viene de que su padre fue un líder al que la manada expulsó. Finalmente la manada consigue al líder que necesita, cuando Alcide asume el lugar que le corresponde, y cuya primera orden es, obviamente, prohibir el V.



Dentro de la manada está Martha, la madre de Marcus, y abuela de Emma, la hijita de Luna, la novia de Sam. ¿Queda claro o hago un croquis? Al principio, la cambiaformas renegaba de los lobos en general, y no dejaba que Martha se acercara a Emma. Pero… ¡sorpresa! La niña resultó heredar la licantropía de su padre, y todos los lobos necesitan una manada.


Además Martha demostró no ser mala del todo, y finalmente Luna empieza a confiar en ella para cuidar de Emma. Y es que los cambiaformas también han tenido lo suyo. Para empezar, aparece en el pueblo un “grupo de odio”, los Obamas,  al más puro estilo Ku Klux Klan, en contra de los seres sobrenaturales, y a favor de la supremacía de los humanos, y algunas de sus víctimas son, precisamente, los “shifters”.

Tras ser atacados por ellos, Sam y Luna deciden investigar a ese grupo, para lo cual, ponen a la niña en manos de su abuela. Por otra parte, los Obamas reclutan a Hoyt, quien no llevaba demasiado bien la ruptura con Jessica, y pasa por una época “fangbanger”, intentando llamar la atención de la pelirroja muerta.

Al ver que eso no funciona, se une al grupo de odio y ayuda a secuestrarla, pero al final le entra el sentido común y no la mata, sino que ella da cuenta de algún que otro Obama.


Pero los obamas no están muy contentos, y secuestran a Hoyt. Por suerte para él, Sookie y las hadas han descubierto que los Stackhouse no se ahogaron, sino que los mató un vampiro, Warlow. Para intentar averiguar que pasó, Sookie va a casa del antiguo sheriff, ya que él investigó la muerte de sus padres. ¿Y a que no sabéis quien era uno de los obamas? Pues sí, el sheriff jubilado Bud. Sookie lo descubre al leerle la mente, y acaba con Hoyt en un establo, donde iban a ser comida para cerdos. Cuando las cosas estaban más feas, llegaron Sam y Luna, que habían seguido la pista de los obamas, y justo a tiempo, Jason y Andy, que cada vez son menos inútiles como policías y lo habían descubierto todo ellos solitos (bueno, con algún empujoncito).


Los chicos salvaron el día, y Hoyt salvó la vida. Pero sin Jess, sin Jason, sin los obamas… Hoyt no lo está pasando bien, así que decide irse de Bon Temps, empezar una nueva vida en Alaska. Pero para lograrlo, primero tiene que olvidar a los que fueron sus amigos, y le pide a Jessica que le hipnotice y le haga olvidar. Una de las escenas más tristes de la temporada, sin duda: Jessica “liberando” a su primer amor, Jason perdiendo a su mejor amigo, y Hoyt dejando atrás cuanto conoce,  demostrando ser más fuerte de lo que nadie creía. Es de suponer que así nos despedimos de Jim Parrack, el actor que ha encarnado a Hoyt en estas 5 temporadas.


Seguimos con la parte humana de la serie: Lafayette no lleva nada bien la muerte de Jesús, cuyo cadáver desaparece (y se aparece, aunque sólo la cabeza). Para ayudarlo a pasar al más allá, Lafayette se enfrenta al abuelo brujo de su difunto novio, quien lo acusa de querer robar el poder mágico de Jesús. El asunto pasa sin mucho ruido: la esposa del abuelete se lo carga en el momento justo, y “Lala” puede volver a Bon Temps, con su aparecido novio al lado. Justo a tiempo para sacarle las castañas del fuego a Arlene y Holly.

Y es que Terry descubre, por medio de su antiguo compañero Patrick que están malditos. Descubrimos que su gran trauma que se trajo de Irak viene de una noche en la que, bastante pasaditos de drogas, su cuadrilla mató a un montón de civiles, y una iraquí los maldijo: invocó a Ifrit, una dios del fuego muy rollo Balrog, que ahora persigue y quema a todos los implicados, poniendo en peligro a los que los rodean. Arlene no se creía nada, pero finalmente Lafayette contacta con la mujer, y acepta retirar la maldición a uno, Terry o Patrick, si mata al otro. Patrick demuestra no ser el mejor colega, secuestrando a Arlene para pillar a Terry, aunque en el último momento Terry se deshace de su antiguo teniente, y con él, de la maldición. Fíjate, y parecía tontico cuando lo compramos.

Andy empieza la temporada con el culo al aire y colgado en Facebook. Y es que parece que lo suyo con Holly va viento en popa, y los hijos de esta los pillan… bien pillados.

Pero un hada siempre es un hada, y cuando Maurella le ofrece “el pacto de la luz” a Andy, este acepta sin pensárselo. Quien le iba a decir que una semana después aparecería de nuevo, para dejarle cuatro pequeñas semihadas y desentenderse. ¡Enhorabuena Andy, ya eres papá!

¿Y el resto de las hadas? Pues como siempre, Claude, Claudette, Claudija… Ayudando a Sookie en todo lo posible. Por lo pronto, han averiguado lo de Warlow. ¿Y quién es Warlow? Esa parte no está muy clara aún, lo que sí sabemos es que es, por contrato, el legítimo dueño de Sookie. Y es que algún antepasado de Sookie, le prometió al vampiro a su primera descendiente medio hada. Si estaba claro que lo de esta chica con los colmillos no era normal… ¿Qué aportaría Warlow al trato? ¿Por qué no se ha manifestado en todo este tiempo? Tendremos que esperar al verano de 2013 para saberlo.




















Y hasta aquí la primera parte de nuestro repaso de la temporada. El jueves, les toca el turno a los vampiros, y el desenlace.

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@Neko_Aidi

Comentarios

  1. Para mi es una de las mejores temporadas de esta serie. Sookie gana peso quitandose de encima a los vampiros, que además pueden dedicarse a otras tramas que no se salrvarle el culo a Sookie,aunq al final....bueno, que la cabra tira al monte. Una temporada con unas Subtramas increibles, los lobos, cambiaformas, la que más me gusto fue la de Terry con el Ifrit, genial!

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  2. Lo que más me ha gustado a mi aún está por venir! Pero si, de esta parte, me ha gustado mucho el cambio de Terry, que siempre había parecido un pobre loco medio lelo, y en esta ha demostrado ser un hombre, tener los pies en la tierra y hacer lo que se tiene que hacer.

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